Si creías que la única manera de disfrutar un té con leche era al estilo británico, entonces te vas a llevar una grata sorpresa. Muchas culturas han adoptado el té con leche y hay una cantidad de formas de disfrutarlo. Aquí te contamos las tres más populares.
Té Latte
Al igual que los cafés lattes, los tés lattes están hechos con leche al vapor. Para lograr un sabor más clásico, utiliza té negro.
CÓMO HACER UN TÉ LATTE
Añade una bolsita de té de tu elección a una taza.
Hierve el agua, luego viértela sobre la bolsita de té.
Deja reposar el té por al menos 3 minutos para obtener el sabor más fuerte posible.
Mientras el té está en reposo, calienta media taza de leche, ya sea en el microondas por 45 segundos (las configuraciones varían por máquina) o en un recipiente hasta que esté hirviendo.
Pasa la leche caliente a un jarro y utiliza un vaporizador de leche para lograr ese efecto espumoso extraesponjoso.
Saca el infusor o la bolsita de té de tu taza y vierte el té en la leche.
Si lo deseas, añade de forma opcional una pizca de miel o edulcorante no nutritivo para que sea más dulce.